Amenazas en internet

Actualmente casi todo sobre nuestra vida se encuentra en Internet. Nuestros viajes, nuestras aficiones, nuestros datos, nuestros gustos. Casi todo el mundo puede acceder a ellos sin problema, por este motivo debemos tener cuidado y protegernos en Internet.

Existen gran cantidad de amenazas en internet, desde el más simple mensaje de un amigo hasta un programa que instalamos por error. Estas amenazas pueden afectar tanto al equipo, a nuestros datos personales o al propio usuario. Entre los peligros que encontramos al navegar por internet cabe destacar:

  • El acceso, de un hacker, a las cookies, pudiendo utilizar nuestros nombres de usuario, contraseñas y hacerse pasar por nosotros, aparte de saber que páginas estamos visitando y cuáles son nuestros gustos.
  • Programas que roban información de nuestro sistema y la pueden enviar a quien quieran.
  • El "Phising" que consiste en hacerle creer al usuario que está visitando una página fiable, cuando en realidad lo está engañando para robarle datos confidenciales, como por ejemplo cuentas bancarias. 
  • Virus que pueden entrar en el sistema normalmente engañando al usuario haciéndolo entrar en páginas web falsas, abriendo mensajes, o simplemente por error del propio usuario. Estos virus aprovechan estas vulnerabilidades para robar información confidencial.
  • Chantaje, intimidación, manipulación o amenazas de otro usuario.
  • Acceso por parte de menores a contenido de drogadicción, violencia, odio, prácticas ilegales.
  • Dependencia del uso de Internet, tanto por parte de niños como adultos.
  • "Grooming", ganarse la confianza de un menor por parte de un usuario, para obtener contenidos de carácter sexual, ya sea imágenes o vídeos, para posteriormente poder chantajearlo. Normalmente se hace pasar por otra persona, e incluso mostrar imágenes obtenidas de otros menores del mismo modo haciéndose pasar por ellos.


Las redes sociales son un gran invento que nos permite estar al día de lo que ocurre en el mundo y hablar con gente a distancia. Pero debemos tener mucho cuidado con ellas ya que también se pueden convertir en un arma hacia nosotros. El problema es que muchos afectados no actúan contra el acoso que sufren por miedo. Ante esto deben saber que es muy fácil denunciarlo y acabar con estos problemas rápidamente.
La mayor seguridad es la prevención por lo que aquí te voy a mostrar algunas medidas que puedes usar:
  •       Antivirus: programa que analiza las distintas unidades y dispositivos.
  •       Firewall o cortafuegos: controla y filtra el trafico de entrada y salida.
  •       Proxy: software instalado en el pc que funciona como puerta de enlace.
  •       Usuarios y contraseñas: seguridad en un archivo,carpeta o un pc.
  •       Criptografía: cifrado de información para proteger archivos ,comunicaciones y claves.
  •       Realizar copias de seguridad del sistema que permitan restaurarlo si es necesario.
  •       Tener actualizado el sistema operativo.
  •       Prestar atención a los archivos que nos descargamos. Sobre todo a las descargas de programas gratuitos.
  •       Tener cuidado a la hora de configurar el cortafuegos para permitir la comunicación de estos programas.
Todas estas medidas son con respecto al software pero también debemos prestar total atención a cómo usamos Internet, sobre todo en redes sociales.
   Las redes sociales son un gran invento que nos permite estar al día de lo que ocurre en el mundo y hablar con gente a distancia. Pero debemos tener mucho cuidado con ellas ya que también se pueden convertir en un arma hacia nosotros. El problema es que muchos afectados no actúan contra el acoso que sufren por miedo. Ante esto deben saber que es muy fácil denunciarlo y acabar con estos problemas rápidamente.
Pese a todo esto nunca podemos estar a salvo de la gran cantidad de amenazas que existen, siempre habrá alguien buscando vulnerabilidades en nuestro equipo o la forma de causarnos un daño. Recientemente han aparecido un elevado número de casos entre los jóvenes de suplantación de identidad. Hace poco conocí el caso de una joven, a la cual no le funcionaba el móvil y decidió confiar en su amiga dándole su contraseña para que publicase cosas en su nombre y no estar “desaparecida” en las redes sociales. Esta chica se aprovechó y empezó a hablar con gente en nombre de su amiga. Los insultaba, les desveló secretos y les envió cosas que no debía. Al ver estas personas a la chica, creyendo que había sido ella la acosaron durante varios días. La chica decidió contárselo a sus padres los que la ayudaron a denunciar a su amiga. Esto es un claro ejemplo que demuestra que aunque confíes mucho en una persona, no te debes fiar de nadie en internet y debes ser lo más previsor que puedas, ya que en cualquiera puede hacerse pasar por ti y hacerte la vida imposible, hasta tal extremo de llegar al suicidio, como ya ha ocurrido con algunos jóvenes afectados por acoso en las redes sociales.

Con toda esta información podemos elaborar un manual de buenas prácticas, como lo son:

  • Evitar enlaces sospechosos, tales como los que tienen remitentes desconocidos o de un sitio web poco fiable.
  • No acceder a sitios web que dudemos de su fiabilidad, debido a que en muchos de ellos hay gran cantidad de publicidad que atraen nuestra atención, llevándonos a páginas infectadas.
  • Actualizar el sistema operativo y aplicaciones, para tener un elevado nivel de seguridad contra amenazas y vulnerabilidades.
  • Descargar aplicaciones desde sitios web oficiales, porque hay muchas versiones modificadas que nos pueden infectar el sistema.
  • Utilizar tecnologías de seguridad, como por ejemplo antivirus.
  • Evitar introducir información personal en páginas de fiabilidad dudosa. Para comprobar si un sitio web nos va a garantizar la confidencialidad sólo debemos observar si utiliza el protocolo HTTPS.
  • Aceptar sólo contactos conocidos, tanto en mensajería instantánea como en redes sociales. Con esta medida evitamos perfiles falsos.
  • Evitar la ejecución de archivos sospechosos a menos que se conozca la seguridad de éste y su procedencia sea fiable.
  • Utilizar contraseñas con diferentes caracteres y mínimo 8 caracteres de longitud, ya que si es sencilla alguien podría adivinarla.

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